World of Darkness -After the End-

Nada que decir salvo que el miércoles me licencio, si alguien de hecho está leyendo esto, por favor sea tan amable de postear.... gracias.

World of Darkness -After the End-

Capítulo 2: The Assasin

El primer Assamita miró con gravedad al chico que tenía delante, quien respondió con una mirada todavía más grave, ya iban dos años desde que se habían conocido, y una de las cosas que Haquim lamentaba de su larga no-vida era que uno de los pocos chiquillos de su sangre que sí entendía la diferencia entre blandir con justicia una espada y correr en frenesí genocida le guardara un rencor tan profundo; no había por qué culpar al chico, al fin y al cabo el rencor que guardaba contra su ancestro estaba muy bien fundado, ningún padre puede esperar afecto de un hijo al que abandona en momentos de necesidad, y era cierto que por su negligencia muchos de su sangre, incluido el último de sus chiquillos directos habían encontrado la muerte definitiva, y aunque todos los demás sobrevivientes del clan (40 guerreros, 15 hechiceros y 7 vizires) creían que Haquim se había redimido de sus crímenes, este chico aún se reusaba a confiar en él. -Acércate un poco Kezuki -dijo en tono paternal- déjame verte un poco mejor.

- Para eso existe el Auspex, noble ancestro -respondió el chico en el soberbio tono que le caracterizaba- desde aquí podemos hablar perfectamente, ¿Cuál es el encargo que tienes para mí?

- Controla tu tono al hablar con el Ancestro, Kezuki -le ordenó el hombre que ocupaba la posición central de los tres que había fuera del círculo- el hecho de que seas un Desposeído no justifica que seas irrespetuoso con tus superiores.

- El respeto que le concedo a este hombre es el respeto que un tatarabuelo (fallecido)merece de su tataranieto (vivo), si quiere más respeto que viaje en el tiempo y evite que los Tremere maten a 2/3 de nuestros rafiq, volviendo a lo que me sacó de mis propios asuntos, ¿Qué estoy haciendo aquí?

- Hemos detectado actividad Setita en Chile, Kezuki -dijo el Antediluviano, quien luego mirando al hombre de la izquierda continuó- Al-Ashrad, si fueras tan amable...

- Sí señor -dijo el hombre manco con el diamante en lugar de ojo, acto seguido tocó el suelo con su mano y una criatura sin piel en el rostro, con cuernos, largas garras y una espectral cola viperina que brotaba desde su cintura en lugar de piernas apareció sosteniendo unos papeles- Entrégaselos al chiquillo- ordenó Al-Ashrad y la criatura obedeció.

- ¿No ha pensado en vincular Ghouls, Al-Ashrad-san?- preguntó Kezuki mientras recibía el archivo de manos de la criatura.

- Los djinn son más prácticos, con eso de que viven más, fíjate en el archivo Kezuki.- respondió el hechicero.

- No tienen dientes, ni piel, ni corazón- dijo el oriental mirando con seriedad las imágenes impresas en las páginas del archivo -esto es ritual, ¿Creen que estén intentando revivir a Seth?

- No estamos seguros -dijo el hombre de la izquierda, que hasta entonces había estado en silencio- pero si la Sociedad de Leopoldo llegara a sospecharlo siquiera harían lo mismo con Valparaíso y Viña del Mar que lo que hicieron con El Cairo.

- ¿Quieren que yo los detenga?

- Queremos que vigiles todos sus movimentos, descifres sus planes y les causes el mayor daño posible -dijo el hombre del centro- puedes llevar a quien quieras contigo.

- ¿Por qué yo?

- Porque eres capaz de llevar a cabo una misión sin implicar mortales en ella, enviarte a ti es una forma de asegurar que no rodarán más cabezas que las absolutamente necesarias -dijo Haquim- si por cualquier motivo necesitaras refuerzos, háznoslo saber y te los enviaremos. Por cierto, hasta que se cumpla esta misión tienes el rango de Silcila*, puedes empezar a reunir una falaqi ya mismo, te asignaríamos una, pero la verdad te estamos pidiendo un favor y...

- Y no está ni Fátima ni Tariq en Alamut, así que soy lo mejor que te queda -interrumpió Kezuki- si me dan alguna sugerencia podría partir mañana mismo, no me gusta hacer su trabajo, pero si se trata de salvar vidas, lo haré.

En ese momento una mujer de la misma nacionalidad de Kezuki apareció detrás de él, saludándolo con una reverencia miró hacia los hombres que se sentaban frente a él y se arrodilló - Buenas Noches Haquim-sama, Al-Ashrad-dono, Thetmes-dono, Tygerius-dono- dijo la mujer en un respetuoso tono- soy Sagara Tanako, de la casta de los Magi, vengo a informar que Fátima Al-Falqadi-san y Tariq-san han vuelto de su última misión.

- ¿Dónde están ahora?- preguntó Kezuki

- ¡Kyuu-kun! ¡No seas irrespetuoso con los Ancestros!- dijo la mujer como si regañara a Kezuki.

- Suficiente de eso- dijo Al-Ashrad- Kezuki, Tanako ha sido una excelente estudiante de mi casa, creo que no te vendría mal una Magus en tu grupo.

- Bien, si Ud. lo dice -contestó Kezuki- Sagara, estás bajo mi mando desde ahora, y tu primera misión es buscar a Tariq y a Fátima y decirles que ellos también lo están, si se quejan diles que te manda Haquim, es todo, vete.

- ¡NO ME DES ÓRDENES NIÑO!- dijo Tanako indignada con el arrogante chico.

- Haz lo que dice rafiq, esta es una misión importante- dijo Thetmes (el hombre de en medio)

- Sí señor- dijo Tanako y luego volvió a desaparecer en el aire.

- Me voy a descansar, si viene Fátima o Tariq, por favor explíquenles la situación -anunció Kezuki mientras daba media vuelta hacia la puerta del salón- buenas noches.

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Carolina no podía creer la forma en que su vida había cambiado, un día era una persona normal y al siguiente un tipo con lengua de serpiente mata a su pololo y muere a sus manos, por supuesto que Carabineros no iba a creer semejante historia, aunque adimtían que alguien había mutilado al joven, era ridículo pensar que un hombre usó su lengua bífida para destrozarlo, la propia Carolina sentía que debía haber visto mal las cosas... o tal vez Juan no era el único borracho ese día. Como fuera la chica sentía como su vida se venía abajo, durante el funeral la madre de Juan prácticamente la acusó de haber causado la muerte de su hijo, que la única razón por la que no estaba en la cárcel era que su padre tenía suficiente plata para sobornar a quien fuera necesario.

Lo único bueno que había ocurrido esa semana era que su padre había vuelto a casa de un largo viaje de negocios, siempre era bueno tenerlo en la casa, el ambiente de toda la familia unida servía un poco para mitigar el dolor, a demás, Don Ernesto era un padre muy afectuoso, siempre lloraba de felicidad al llegar a su casa y ver a su esposa y a sus dos hijas; Carolina pensaba que era lógico, ya que sus viajes eran largos, y a nadie le gusta estar mucho tiempo lejos de su familia. Ernesto era también un hombre misterioso, cada vez que alguien preguntaba algo sobre cuales eran sus negocios, el respondía que se dedicaba a la industria de las armas; extrañamente nunca nadie de su familia había conocido a ninguno de sus compañeros de trabajo, y tampoco le gustaba hablar mucho del tema, Carolina respetaba eso, pero sospechaba que su padre escondía algo.

Una noche, ya pasada una semana del incidente con el Setita, Carolina caminaba hacia su pieza, después de haberse resignado a reprobar su examen de Biofísica del día siguiente (ustedes también reprobarían si delante de sus ojos hubieran muerto dos personas en una misma noche), cuando pasó por al lado de la ouerta de la habitación de sus padres -¡¿Hasta cuándo vas a seguir con lo mismo?!- preguntaba su madre con lágrimas en los ojos- ¡¿A caso sabes lo mucho que me preocupo cada vez que te vas a hacer un trabajo?!

- Ya falta poquito, uno solo nomás, mi amor entiéndeme, si cumplo con uno más vamos a poder pagar los estudios de la Carito y de la Martita, ten paciencia, por favor.

- He tenido paciencia 22 años, renuncia, ya no hay más razón para que hagas eso, piensa en tu alma mi amor.

- Yo daría mi alma si con eso puedo darle a mi familia la vida que merecen, entiéndeme, lo hago por ustedes, por las niñas mi amor.

- sniff-sniff, sí, te entiendo, pero que sea el último, luego vas a renunciar y a ganarte la vida de forma honrada, y dije vida, no vitae.

Carolina no sabía qué pensar, ¿qué era lo que su papá le había ocultado 20 años? ¿Por qué su madre se preocupaba tanto? ¿Qué era eso de vitae? Demasiadas preguntas, las haría de nuevo mañana, después de echarse biofísica, después de todo era una adulta, merecía saber lo que hacía su padre.

Afuera de la casa un hombre sostenía unos binoculares, observaba con atención la ventana de la pieza de Carolina mientras la luz se apagaba, al tiempo revisaba mentalmente las órdenes que había recibido; el viejo Sakhem nunca mencionó nada sobre que la dhampira tenía que ser virgen, se sentía de suerte. -Ya cabros, aparézcanse- dijo mientras se quitaba los binoculares, un grupo de 7 hombres se apareció de la nada frente a él- acuérdense del plan, necesitamos a la mestiza viva, pueden comerse al resto, entramos en 3, 2, 1.....¡YA!